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¿Sabes cómo conservar los embutidos en casa? Los embutidos son una delicia culinaria que se disfruta en todo el mundo. Ya sea en un vermú, una merienda, o como parte de una receta, los embutidos aportan un sabor único y una textura deliciosa a nuestras comidas. Sin embargo, para garantizar que estos manjares se mantengan frescos y seguros para el consumo en casa, es esencial conocer cómo conservarlos adecuadamente. En esta entrada de blog, te proporcionaremos algunos consejos valiosos para conservar tus embutidos de manera óptima.

Lugar fresco y seco 

La ubicación donde guardes tus embutidos es crucial para su conservación. Lo mejor es almacenarlos en un lugar fresco y seco. La humedad y el calor excesivo pueden acelerar la descomposición de los embutidos, lo que puede llevar a la formación de moho o al deterioro de su calidad. Un lugar oscuro y con temperatura constante, como una despensa o una bodega, es ideal para mantener tus embutidos en perfectas condiciones.

Buena ventilación

La ventilación es otro factor importante para conservar embutidos de manera efectiva. Asegúrate de que el lugar donde los guardas tenga una buena circulación de aire. Esto ayuda a prevenir la acumulación de humedad, que puede ser perjudicial para los embutidos. Evita almacenarlos en recipientes herméticos, ya que esto puede atrapar la humedad y promover el crecimiento de bacterias no deseadas.

Colgados y separados entre sí

Siempre que sea posible, cuelga tus embutidos en lugar de apilarlos o almacenarlos en contacto directo con superficies. Colgarlos permite que el aire circule alrededor de ellos, lo que ayuda a mantener una temperatura uniforme y evita que se toquen entre sí. Cuando los embutidos se tocan, la humedad y los aceites naturales pueden transferirse, lo que puede acelerar su descomposición y afectar su sabor.

Conserva la piel

La piel que envuelve muchos embutidos no solo les proporciona su característica forma y protección, sino que también ayuda a mantener su frescura. Siempre que sea posible, conserva la piel al almacenarlos. Si cortas los embutidos en porciones más pequeñas, asegúrate de envolverlos nuevamente en su piel o en papel encerado para mantener su frescura y prevenir la exposición al aire.

Guardarlos en la nevera, ¿sí o no?

La refrigeración es una forma efectiva de conservar muchos tipos de embutidos, pero no todos los embutidos deben almacenarse en la nevera. La decisión de refrigerar o no los embutidos depende del tipo específico de embutido y de cómo se haya envasado.

Los embutidos curados y secos (como los elaborados en nuestra fábrica de Muro de Aguas) suelen tener un alto contenido de sal y se curan durante un período prolongado, lo que los hace resistentes a la proliferación de bacterias. Por lo tanto, se pueden almacenar a temperatura ambiente en un lugar fresco y seco. Sin embargo, si hace calor o humedad excesiva, es recomendable refrigerarlos para prolongar su vida útil. Aunque recomendamos atemperarlos siempre antes de ser consumidos para conservar su textura y sabor óptimos.

 

 

Conservar embutidos en casa puede ser una tarea sencilla si sigues estos consejos básicos. Un lugar fresco y seco, buena ventilación, colgarlos en lugar de apilarlos y conservar la piel son prácticas esenciales para mantener la calidad y la seguridad de tus embutidos. De esta manera, podrás disfrutar de estos sabrosos bocados con total confianza y deleitar a tu paladar en cualquier momento. ¡No dejes de disfrutar de tus embutidos favoritos con la seguridad de que están en las mejores condiciones!

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